Kesha podrá ser ahora una artista libre e independiente, pero hasta hace apenas un par de años, estaba contractualmente obligada a trabajar con la misma persona a la que estaba demandando bajo alegatos de abuso sexual.
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En una emotiva entrevista en el podcast Reclaiming de Monica Lewinsky publicada el martes (8 de julio), la cantante habló sobre cómo fue verse obligada a terminar su contrato con Kemosabe Records, el sello de Dr. Luke, mientras ambos estaban inmersos en una amarga batalla legal derivada de la denuncia de Kesha en 2014, en la que afirmó que el productor la drogó y violó en una fiesta en 2005. Dr. Luke, quien siempre ha negado vehementemente las acusaciones, la contrademandó por difamación; ambas partes finalmente llegaron a un acuerdo en junio de 2023, con el productor manteniendo su rechazo de las acusaciones.
“Las grabaciones de mi voz no me pertenecían legalmente en el universo a perpetuidad”, explicó Kesha a Lewinsky. “Tener que entregar luego música a alguien con quien estás en litigio… ellos tienen el control de la promoción, de los presupuestos, de todo, el lanzamiento, todo. Por años. Por 10 años. La única forma en que podía salir del contrato [con Kemosabe] era si entregaba la música”.
“En mi mente, simplemente sentí que era el mayor juego mental de todos los tiempos”, continuó la artista. “Todavía me desconcierta, porque realmente no tiene sentido cómo el sistema legal podía ver que esto estaba ocurriendo y decir: ‘Sí, está bien’. Se sintió inhumano”.
“Y en medio de todo eso, era como, ‘Bueno, sube al escenario, sonríe y canta ‘Tik Tok’”, agregó Kesha, haciendo referencia a su éxito de 2013 que encabezó el Billboard Hot 100. “Me estaba muriendo. Realmente me estaba muriendo por dentro”.
A pesar de sus apelaciones ante la corte, Kesha finalmente tuvo que lanzar tres álbumes más bajo el sello Kemosabe durante su batalla legal con Dr. Luke: Rainbow de 2017, High Road de 2020 y Gag Order de 2023. Durante todo ese tiempo, estuvo consumida por los preparativos para el juicio pendiente, lo que, según ella, la obligó a revivir el trauma de su supuesto abuso una y otra vez.
“Todos los días, todo el día durante 10 años”, dijo en el podcast. “No podía dormir. Simplemente me sentaba y pensaba: ‘Asegúrate de no olvidar esto, asegúrate de no olvidar aquello cuando estés en el juicio. Escribe cada cosa traumática’. Diarios y más diarios. En la ducha, simplemente lloraba y me hundía”.
La suerte de Kesha finalmente cambió en 2023, cuando Gag Order no logró igualar el éxito en los charts de sus álbumes anteriores, algo que ella dice resultó ser una bendición disfrazada. “Debido a que ese disco no tuvo buen desempeño en las listas, eso llevó a que no renovaran mi contrato [con Kemosabe]”, explicó. El álbum alcanzó el No. 168 en el Billboard 200, un marcado contraste con su racha anterior de entradas en el top 10.
En diciembre de ese año, Kesha dice que recibió una llamada telefónica con la decisión de la disquera de dejarla ir. “‘En tres meses vas a ser libre’”, recordó haber escuchado al otro lado de la línea. “Todo cambió por completo”.
Kesha acaba de lanzar su primer álbum como artista independiente, .(Period), el 4 de julio. La estrella ha sido abierta sobre lo gratificante que ha sido el proceso de recuperar su voz: “Realmente siento que ha sido un regreso a casa en muchos sentidos, no solo legalmente, recuperando los derechos de mi voz, sino también dejando ir esa vergüenza internalizada, soltando todo eso y regresando a mi cuerpo, a mi alegría, a mí misma”, dijo a Billboard en una entrevista reciente.
Mira la entrevista completa de Kesha en Reclaiming, en inglés, arriba.
