El ejecutivo de la música latina Angel del Villar fue condenado el jueves (27 de marzo) por un juez federal por delitos graves de hacer negocios con un promotor de conciertos vinculado a cárteles de drogas mexicanos, lo que prepara el escenario para una posible sentencia de prisión de décadas.
Tras un juicio de nueve días, los jurados declararon culpable al CEO de Del Records de 14 cargos de violación de la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico, o Ley Kingpin, una ley federal que prohíbe a los residentes de Estados Unidos hacer negocios con narcotraficantes conocidos, dijo el jueves a Billboard la Fiscalía de Estados Unidos en Los Ángeles.
Los fiscales alegaron que Del Villar organizó repetidamente conciertos con Jesús Pérez Alvear, un promotor con sede en Guadalajara que supuestamente tenía vínculos con cárteles mexicanos. Durante el juicio esta semana, el superastro de la música regional mexicana Gerardo Ortiz testificó en contra de Del Villar, afirmando que había visto a Pérez Alvear en las oficinas de Del Records y que él mismo había actuado en uno de los conciertos del promotor.
Según reportó Rolling Stone, los abogados de Del Villar argumentaron durante sus declaraciones iniciales la semana pasada que éste había sido “manipulado” para trabajar con Pérez Alvear por un exempleado “de confianza” llamado Brian Gutiérrez, quien, según ellos, le aseguró que era legal. Argumentaron que Gutiérrez era, en realidad, un informante pagado por el FBI que ayudó a las autoridades a “fabricar una situación para atraparlo” y “derribar” a Del Villar.
Después de dos días de deliberaciones, esos argumentos de la defensa claramente no convencieron al jurado, que dictó veredictos de culpabilidad contra Del Villar y su empresa, Del Entertainment Inc., para todos los cargos que enfrentaban. Tras el veredicto, Del Villar será sentenciado en agosto. Según la Ley Kingpin, podría enfrentar una pena máxima de 30 años de prisión, aunque también podría recibir una mucho menor.
En una declaración a Billboard, los abogados de Del Villar, Drew Findling, Marissa Goldberg y Zack Kelehear, se comprometieron a presentar una apelación: “Respetamos el veredicto que se dio hoy, pero, estamos en desacuerdo y decepcionados por ese veredicto. Este es uno de esos casos en los que el sistema de justicia penal se equivocó. Este caso fue único y sin precedentes, y está claro que esta complejidad, lamentablemente, fue malinterpretada. La lucha continúa en el tribunal, habrá una apelación pronta”.
En su propia declaración, el abogado de Gutiérrez, Paul K. Schrieffer, enfatizó que el jurado había rechazado el argumento de la defensa que culpaba a su cliente: “Lo cierto es que el Sr. Gutiérrez es una persona honesta con un historial distinguido que presenció algo ilegal en su trabajo, lo denunció, fue despedido y luego los abogados de los acusados dañaron su reputación”.
Fundada por Del Villar en 2008, Del Records se ha convertido en una compañía discográfica líder en música regional mexicana. El sello fue hogar del grupo de música mexicana Eslabon Armado, cuyo hit “Ella baila sola” con Peso Pluma se convirtió en uno de los más grandes éxitos de 2023, así como de Lenin Ramírez y otros artistas que han liderado los charts.
Pero en junio de 2022, Del Villar, de 41 años, y el director financiero Luca Scalisi, de 56, así como la propia Del Records, fueron acusados de conspirar para violar la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico. Aprobada en 1999, esta ley permite a Estados Unidos imponer sanciones específicas a personas extranjeras involucradas en el tráfico ilegal de drogas y prohibir a los residentes estadounidenses hacer negocios con ellas.
El Departamento del Tesoro estadounidense añadió a Pérez Alvear a la lista de sanciones en 2018, alegando que éste y Gallistica habían ayudado a los cárteles a “explotar la industria musical mexicana para blanquear las ganancias del narcotráfico y glorificar sus actividades delictivas”. Según registros judiciales, Pérez Alvear falleció.
La fiscalía afirmó que Del Villar y Scalisi utilizaron a Pérez Alvear para organizar cuatro conciertos en México para un artista no identificado de Del Records, y luego aceptaron pagos por casi 200.000 dólares, todo a sabiendas de que había sido sancionado. Los documentos de la acusación citan un comunicado de prensa de Del Records, jamás emitido, que reconocía dicha condición, así como mensajes privados en los que Scalisi dijo que Pérez Alvear estaba “bajo vigilancia de seguridad nacional” y a Del Villar se le informó directamente que Pérez Alvear era “una persona sancionada por EE.UU.”
Tras el juicio de meses de Del Villar, Scalisi enfrentará su propio juicio con jurado en julio por cargos similares.