El propietario del club Jet Set en la República Dominicana fuen arrestado la semana pasada y acusado de homicidio involuntario por el trágico colapso del techo ocurrido el 8 de abril, en el que murieron 235 personas y casi 200 más resultaron heridas. Según el New York Times, los fiscales arrestaron y acusaron al propietario del club, Antonio Espaillat, el 12 de junio después de que un empleado del club proporcionara a las autoridades evidencia que mostraba que había advertido a los dueños del club que debían cancelar el show de esa noche debido al mal estado del techo del establecimiento.
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El incidente fatal ocurrió durante un espectáculo del cantante de merengue Rubby Pérez en el querido establecimiento de música, que estaba celebrando su 50 aniversario. El manager del cantante dijo en ese momento que el techo se derrumbó aproximadamente una hora después de que el show comenzara a la medianoche. Además de la muerte de muchos fans, el colapso cobró la vida del saxofonista de Pérez, así como de los exjugadores de Grandes Ligas Octavio Dotel y Tony Enrique Blanco Cabrera, y de Nelsy Cruz, la gobernadora de la provincia noroeste de Montecristi, cuyo hermano es Nelson Cruz, siete veces All-Star de la MLB.
El Times describió a Espaillat como un empresario adinerado cuya familia también posee una cadena de estaciones de radio; la hermana de Espaillat, quien ayudaba a administrar el club, también fue acusada de homicidio involuntario. La oficina del fiscal general dijo en un comunicado que los hermanos “mostraron una inmensa irresponsabilidad y negligencia, al no hacer lo necesario para que el techo del Jet Set Club fuera intervenido de manera adecuada y especializada”.
Además, la oficina del fiscal general afirmó que los Espaillat intentaron “intimidar o manipular” a empleados que podrían ser testigos potenciales en el caso, sin ofrecer detalles sobre esos supuestos esfuerzos. El club era propiedad de Espaillat y su madre y, según el Times, su techo había pasado por “años de diversas reparaciones”.
En una entrevista con la TV local dos semanas después del colapso, Espaillat dijo que los paneles del techo del club a menudo se empapaban debido a filtraciones de agua de las unidades de aire acondicionado en el techo, y que los trabajadores aparentemente reemplazaron los paneles del techo el día del show de Pérez. Aunque el propietario dijo que no estaba al tanto de que la situación del techo era tan urgente, un empleado compartió información con los investigadores que aparentemente demuestra que Espaillat había sido advertido sobre el peligro.
El abogado del empleado no identificado dijo que su cliente entregó su teléfono a los investigadores, que contenía evidencia de conversaciones en las que “daba cuenta de la situación de la discoteca en la cuales planteaba sus temores y aprehensión, su sugerencia sobre lo que respecto a que el evento debía de suspenderse. Y eso fue desatendido”.
El Times informó que se han presentado varias demandas por el incidente y que la semana pasada se completó un informe de ingeniería que analiza el colapso, aunque su contenido aún no se ha hecho público.